De The Beatles a Brainwashed (su útlimo disco que tuvo una aparición póstuma), George Harrison dejó este mundo el 29 de noviembre de 2001. Ravi Shankar tocaba la cítara a los pies de su cama, mientras un Harrison comatoso, entraba y salía de la conciencia. Durante esas últimas horas, el cuerpo demacrado de Harrison descansaba en la mansión de su amigo Paul Mc Cartney. Murió en Los Ángeles, a causa de un tumor pulmonar que había llegado a su cabeza.
Fue el más joven de la agrupación británica; su imagen, a partir de entonces, sería la del hombre serio, reservado. De su paso por el cine sobresale su participación con Paul, John y Ringo en cintas como Let It Be, Help y A Hard Day's Nigth. Lo más curioso es que de sus trabajos en vida, ninguno figura con buenas calificaciones en el Tomatómetro, pero muchos posteriores a su muerte que tomaron imágenes de archivo donde él aparecía, fueron muy bien recibidos por la crítica.
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