El final de Game of Thrones - 59% no logró satisfacer a gran parte de los fanáticos que siguieron la serie desde su estreno en 2011, pero a pesar de ello cuenta con muchos que lo defienden a capa y espada; el último en unirse a las filas de los defensores es el actor danés Nikolaj Coster-Waldau, quien interpretó a Jaime Lannister en las ocho temporadas y ahora decidió defender las polémicas acciones de su personaje.
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Uno de los problemas más grandes con su final es que al terminar la séptima temporada Jaime se dio cuenta de que su hermana y amante, Cersei Lannister (Lena Headey), estaba completamente loca y no dudaba en matarlo de ser necesario si se atrevía a retarla. Él decide marchar solo hacia el norte para pelear junto a sus antiguos enemigos contra el ejército de los muertos, así que la mayoría de los fans creyó ver en ese acto la redención que se nos venía anticipando para el personaje desde, al menos, la segunda temporada.
Después de la batalla de Winterfell en la que casi pierde la vida (inexplicablemente no la perdió), Jaime tiene relaciones con Brienne de Tarth (Gwendoline Christie), a quien le tomó un gran aprecio desde la tercera temporada; algunos querían que ese romance prosperara, pero Coster-Waldau cree que nunca hubo muchas posibilidades de que eso ocurriera:
En un mundo diferente, Jaime se habría quedado con Brienne. Lo que tiene con Brienne es algo diferente: es un amor muy puro e inocente. Hay una parte de él que desearía no poder ser quien es. Es una de esas cosas que hacemos en Game of Thrones. Tienes esta idea de lo que quieres que hagan estos personajes, se supone que debe terminar bien para estos dos, han pasado por mucho juntos, pero no es así.
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Así lo reveló el actor, de acuerdo con el sitio Making Game of Thrones (vía ComicBook). Los guionistas hicieron que, al final, Jaime decidiera volver con su hermana durante el asedio de King’s Landing y murieran ambos enterrados por los escombros (y en el siguiente capítulo se nos mostró que moverse unos cuantos metros les habría salvado la vida), a lo cual añadió el danés:
Bronn le pregunta: "¿Cómo quieres irte?" Jaime dice: "En los brazos de la mujer que amo". Ahí es donde muere. Esa escena tenía tanto peso. Fue algo muy grande que estos personajes murieran, es un gran final. [...] El mundo entero se está cayendo a su alrededor; Es una cosa poética. Cuando terminamos de filmar, fue muy emotivo.
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Incluso si omitimos las acciones inesperadas de Jaime como uno de los errores de la octava temporada, no podemos olvidarnos de otra gran cantidad de tropiezos cometidos, como esa pelea innecesaria de Euron Greyjoy contra Jaime en la playa; el mayor de los Lannister llevaba dos heridas mortales y pudo caminar bastante bien hasta tener el final romántico en los brazos de Cersei.
Con todo y el declive que fue la octava temporada, Game of Thrones ha sido una de las obras que más ha impactado en la historia de la televisión y dejará una huella profunda en el género fantástico en los años por venir, para bien o para mal.
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