En los Juegos Olímpicos de 1956 en Melbourne, el equipo de waterpolo de Hungría se enfrenta al ambicioso equipo ruso en lo que será conocido como uno de los partidos más sangrientos de la historia del deporte.
Con un escenario fascinante basado en la Revolución Húngara de 1956, la historia mantiene nuestro interés a pesar de su intento por mostrar todos los géneros cinematográficos.
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