Marion Cotillard
En una dimensión alternativa la Francia de 1941 muestra un destino diferente al que todos conocemos. En un particular giro del destino Napoleón V se encuentra a la cabeza del gobierno y, ante la extraña desaparición de los científicos de todo el mundo, una tecnología obsoleta de locomoción a base de vapor y carbón es la que domina. Con la puesta en marcha... Seguir leyendo
En una dimensión alternativa la Francia de 1941 muestra un destino diferente al que todos conocemos. En un particular giro del destino Napoleón V se encuentra a la cabeza del gobierno y, ante la extraña desaparición de los científicos de todo el mundo, una tecnología obsoleta de locomoción a base de vapor y carbón es la que domina. Con la puesta en marcha de este plan siniestro, el cual busca frenar el desarrollo tecnológico, desaparecen los padres de Abril. Razón por la cual, tras diez años del suceso, decide emprender su búsqueda en compañía de Darwin, su gato parlanchín, y el joven vagabundo Julius. Abril y el mundo extraordinario (Avril et le monde truqué), co-producción franco-belga-canadiense de animación; co-dirigida por Christian Desmares y Franck Ekinci, cuenta con las voces de Marion Cotillard, Philippe Katerine y Jean Rochefort; y combina aventura, comedia, acción, una estética steampunk y los diseños visuales del historietista francés Jacques Tardi, a lo largo de sus 105 minutos de duración.
Consenso de Críticos: Llena de una colorida imaginación, misma que resulta adecuada para su prometedor título, Abril y el Mundo Extraordinario ofrece maravillas espectaculares para los fanáticos de la animación dispuestos a aventurarse en algo distinto.
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Con una animacion preciosa y alejandose de todos los cliches de las peliculas familiares, Abril y el mundo extraordinario es una pelicula inteligente, arriesgada y con mucho corazon.
Me encanta el steam punk y la cinta es una chulada de principio a fin. Muy entretenida y mejor armada que varios blockbusters de Hollywood.
Abril y el mundo extraordinario es una de esas películas que requiere intelectualidad de su espectador, no dicho en el mal sentido, creo que en varios países de latinoamérica hace falta esa educación y hambre por la historia, porque al saberla y conocerla podemos darnos el lujo de admirar cosas que juegan con ella, entendiendo referencias históricas como las que hace Jacques Tardi con Napoleón III, etc. Es simplemente una genialidad.
Muy buena
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