Una invaluable lección sobre cómo puede haber consecuencias sociales ligadas con la práctica de algún deporte sin consciencia, incluso si eres el mejor lanzando, golpeando o atrapando pelotas. Basta con preguntarle a Muhammad Ali.
Nadie puede ver esto sin quedar atrapado por la intensidad con la que estos hombres jugaban. Aquí se hace un recuento de esos momentos con gran encanto e inteligencia.
Demuestra poderosamente cómo el éxito de estos deportistas, asociado con la superioridad de los blancos, afecta en la lucha global por la igualdad racial.
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