Su Único Hijo despliega el enigma bíblico más controvertido: Dios instruye a Abraham a sacrificar a su propio hijo Isaac en el monte Moriá. En este cautivador relato, mientras el patriarca emprende el camino hacia el lugar de sacrificio, acompañado por su hijo Isaac y dos fieles sirvientes, un torbellino de recuerdos vívidos lo abraza. Estos recuerdos evocan años de anhelo compartido con Sara, los años en que aguardaron ansiosamente al hijo prometido, el mismo hijo cuya vida ahora cuelga en la balanza sacrificial. La narrativa se convierte en un vórtice de emociones y dilemas morales, mientras Abraham se enfrenta al conflicto entre su devoción a Dios y su amor inquebrantable por su hijo. La película explora los abismos de la fe y la lealtad, iluminando la lucha interna del patriarca mientras enfrenta la prueba definitiva de su relación con lo divino y lo terrenal.