Tras cometer una agresión, una impulsiva estrella de fútbol termina en la banca y le asignan un nuevo tutor: un académico solitario que le enseñará a enfrentar sus miedos.
En general, El Campeón es un drama muy genérico con algunas emociones que, al final, se vuelven completamente predecibles. Los personajes necesitaban un poco más de profundidad y los problemas y las soluciones necesitaban más tiempo para respirar y no resultar tan convenientes y forzados.
El Campeón logra fusionar las muchas personalidades e historias que traen consigo en una narrativa poderosa. Tan rápido como el público juzgará las primeras travesuras de Diego, también llegará a apreciar las luchas que lo llevaron a donde está, recordándonos que todos estamos luchando batallas que nadie más ve.
El Campeón está... bien. No es una película terrible y definitivamente hay algunas buenas actuaciones aquí, especialmente de Alex y Diego, en quienes gira la película. La historia necesita algo de trabajo y el final también es bastante pobre. Si puedes pasar por alto eso, hay una película relativamente agradable aquí.
Es una película inteligente, porque se acerca al problema en un ámbito inesperado (el fútbol profesional) y así se hace más entretenida. No es una película que busque la excelencia artística, sino que pretende más acercarse a la problemática del personaje y al entorno de ésta para poder acercar el problema al público. Una película que, sin duda, viene a darnos una lección.
Al final, a uno se le queda la sensación de que El campeón está cocinada a medias (...) No ayuda tampoco que la construcción narrativa y el desarrollo de los personajes sea tan vago y aproximativo. No es que se espere que una película así vaya a reinventar la rueda ni los géneros cinematográficos, pero sí que tenga una cierta solidez a la hora de hacerse cargo de esos arquetipos (...) Con un final flojo que es una huida hacia no se sabe muy bien dónde, El Campeón es una película para streaming en el peor sentido posible del término: apariencia de mucho para resultado de casi nada.
"El Campeón", a pesar de tener una historia cautivadora, carece de sustancia en su representación. Le cuesta enganchar a la audiencia y no logra ofrecer el impacto emocional que promete. La narrativa es única, con el potencial de ser profundamente conmovedora, pero no logra este objetivo. Un problema importante es el personaje de Diego, que carece de profundidad y matices. Su interpretación resulta unidimensional y carece de la complejidad necesaria para que sea verdaderamente identificable. Además, la actuación tiende a ser exagerada, lo que resta autenticidad a los personajes y sus experiencias.
Suceden cosas inverosímiles, con situaciones más propias de series como Élite que de un drama deportivo. Además, tiene un final ciertamente anticlimático, algo inacabado, que deja una sensación agridulce. Sin embargo, la película es muy entretenida y representa bien algunos elementos del fútbol español. En el global, el resultado es una obra que se puede disfrutar, especialmente si eres aficionado de este deporte tan maravilloso.
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