Ben Foster
En Enemigo de Todos, Chris Pine y Ben Foster son dos hermanos con una hipoteca que pagar. Con el fin de poder saldar una deuda que los dejaría en la calle, deciden asaltar el mismo banco que le esta cobrando el dinero. Su juego es atacar a los establecimientos temprano en el día, cuando no hay clientes alrededor y luego entierran el vehículo para darse a la fuga... Seguir leyendo
En Enemigo de Todos, Chris Pine y Ben Foster son dos hermanos con una hipoteca que pagar. Con el fin de poder saldar una deuda que los dejaría en la calle, deciden asaltar el mismo banco que le esta cobrando el dinero. Su juego es atacar a los establecimientos temprano en el día, cuando no hay clientes alrededor y luego entierran el vehículo para darse a la fuga después. Pine hace de Toby, el hermano más joven, un buen-mal tipo con buen corazón e instintos de sobreprotección. Foster personifica a Tanner, el más volátil de los dos y el más estúpido también. En el otro caso, están los “buenos” dos policías estatales, Marcus y Alberto, interpretados por Jeff Bridges y Gil Birmingham, respectivamente. Marcus es amable y sabio, con poco filtro en su boca, siempre esta lanzando un comentario cargado de ironía a su fiel compañero, un claro descendiente del sheriff Bell (Tommy Lee Jones) en “No country For Old Men”. Es un deleite ver sus expresiones faciales cada vez que lanza un insulto a su manera. En cierto modo, su relación con su compañero es muy parecida a la de Tanner y Toby, con el mismo sentido de la lealtad y la responsabilidad. Enemigo de Todos es probablemente el mejor papel en la joven carrera de Pine. Ben Foster añade algunos matices finos y poderosos a un personaje que podría haber sido interpretado como nada más que un simple vaquero. Hay un guiño de la humanidad de Tanner aquí en ocasiones superficies, cuando Tanner trata comportarse como un ser humano, pero nunca puede realmente llega allí. Es un personaje creíble cuyo sentido del deber familiar orienta gran parte de lo que se desarrolla aquí.
Consenso de Críticos: Enemigo de Todos es un western sólido con buenas actuaciones que hacen a un lado los disparos sin sentido para favorecer su ritmo narrativo y personajes redondos.
Un western hecho con toda la mano. Las imponentes actuaciones (en especial Ben Foster) y la excelente narrativa te quitan el aliento constantemente.
En los 10 primeros minutos de ‘Hell or High Water’ (2016) se observa el atraco a dos bancos locales en el sur de Estados Unidos a mano armada por los hermanos Howard (Chris Pine y Ben Foster) y mientras huyen en un desparpajo de auto al compás de Nick Cave, se puede apreciar los grandes rasgos de personalidad de cada uno: mientras Toby Howard (Pine) es tímido y calculador, su hermano mayor Tanner (Foster), detrás de la armadura de exconvicto sanguinario, haría lo que fuera por proteger a su hermano menor. Y son estas peculiaridades las que sostienen el drama-western en un vigoroso guion que bien le hubiera valido alguna que otra premiación a Ben Foster (ver la escena que se desarrolla en un típico restaurante en donde se sostiene un dialogo para el próximo crimen aludiendo a ‘Pulp Fiction’ (1994) o ‘Reservoired Dogs’ (1992)).
Excelente western contemporáneo, presentando personajes multidimensionales y desarrollando sus respectivas historias, un ejemplo de cine de genero que presenta una experiencia narrativa completa.
Buena historia, Jeff Bridges con un papel de viejo terco y orgulloso que resulta siendo un ave herida en un momento de la pelicula. En sintesis un buen western en donde los buenos parecen malos aun siendo buenos, el policia malo resulta siendo muy bueno. Mucho drama, momentos de sensibilidad y humanidad de parte del resto del elenco en la pelicula, mostrando una realidad actual, solo que modernizada, mucha gente sufriendo con ciertas entidades...
Muy buen cuento western desesperanzador llevado a cine.
Al verla me acordé de 'Un Mundo Perfecto', de Clint Eastwood. Malos que en el fondo son buenos, un bueno que por el deber es un poco malo. Claro, esta es mejor. Más dramática sin excesos (Eastwood y sus excesos). Tiene una pareja dispareja de policías en los que nadie cree, al fin y al cabo en el sistema nadie cree, menos en Texas donde todos parecen saber disparar. Esa desconfianza de todos en la policía enriquece la trama. En el fondo el malo de la película es un banco y por eso todos odiamos lo que pasa, pero no odiamos a ninguno de los personajes. Yo le daría más de un Óscar.
De las mejores cintas del año.
75/100
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