Óscar Martínez
Después de rechazar grandes y prestigiosos premios al rededor del mundo, Mr. Mantovani (Oscar Martínez), acepta una invitación para regresar al lugar de inspiración para todas las novelas que ha escrito, su ciudad natal en Argentina. Pero al parecer, esta será la peor decisión de su vida. Espera lo inesperado cuando utilizaste a personas reales como... Seguir leyendo
Después de rechazar grandes y prestigiosos premios al rededor del mundo, Mr. Mantovani (Oscar Martínez), acepta una invitación para regresar al lugar de inspiración para todas las novelas que ha escrito, su ciudad natal en Argentina. Pero al parecer, esta será la peor decisión de su vida. Espera lo inesperado cuando utilizaste a personas reales como personajes dentro de tus novelas.
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La Argentina de Borges, de Bioy, de Cortázar, entre otros, no ha ganado un premio Nobel, o al menos no hasta que esta película se lo otorga a su protagonista. El afamado escritor decide aceptar una invitación a su pueblo natal para recibir un homenaje, algo así como la vuelta de García Márquez a Aracataca. A su llegada lo espera el alcalde, la reina de belleza, el carro de bomberos y la siniestra cara de la provincia latinoamericana: las mafias (en este caso la cultural, tan aterradora como los paras colombianos o las barras bravas de Argentina), la corrupción del Estado, la pobreza y lo peor: la violencia. La película es una caricatura bien lograda del arte pretencioso, de esa paradoja de la creatividad: parir genios en lugares sin ingenio. La fotografía, no sé si de manera deliberada, es pobre, la edición también. Pero la caricatura es tan poderosa, dice tanto de nuestra pobreza, de nuestra violencia, que nos atrapa. La vi en un sala llena a la mitad, todos la disfrutamos.
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