Rosa (Maria Ribeiro) es un mujer que está en sus treinta. Sus padres están divorciados y ella vive con su propia familia en un departamento en San Paulo, Brasil. Su esposo está constantemente fuera en viajes de investigación que no resultan muy remunerables, por lo que ella tiene que hacerse cargo de sus dos hijas. En lugar de concentrarse en su carrera como dramaturga, ella se ve obligada a ganarse la vida escribiendo comerciales para una compañía de cerámica para baños. Cuando la madre de Rosa le hace una sorpresiva confesión, Rosa decide abandonar su obligaciones usuales y al hacerlo, descubre que la vida guarda muchas sorpresas para ella.