Roy (Nicolas Cage) y Frank (Sam Rockwell) forman una pareja de timadores de poca monta. Pese a los fraudes que llevan a cabo a Roy, un tipo algo excéntrico, le gusta decir que es un artista del timo. El caso es que estafan a quién pueden con tretas y trucos de siempre. A Roy, hombre escrupuloso donde los haya, no le gusta meterse en grandes operaciones, prefiere los timos de andar por casa, con beneficios no muy grandes pero suficientes para cubrir su nivel de vida. Sin embargo Frank tiene ambiciones más elevadas e intenta convencer a Roy para entrar en una estafa de alto nivel. Detengámonos en Roy; este hombre es un agorafóbico obsesivo compulsivo (y un fumador empedernido), maniático hasta la locura, que se ve obligado a recurrir a unpsicoanalista (Bruce Altman) para mantener la cordura. La vida de Roy cambiará de la noche a la mañana cuando se le revela que tiene una hija de catorce años que quiere conocerle, Angela (Alison Lohman). La entrada en la vida de Roy de una adolescente pone su existencia patas arriba, aunque poco a poco incluso llegará a enseñarle trucos sobre su oficio de timador. Así están las cosas cuando por fin deciden llevar a cabo un timo a gran escala. Será el momento en el que lleguen las sorpresas.
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