Famoso por su atractivo como evento de participación del público, esta adaptación del escenario musical funciona bien como una visualización en solitario en casa, sin la disminución resultante de sus aspectos más destacados.
Es como si los rockeros del arte Roxy Music se soltaran con Frankenstein: ridículo, pero extrañamente convincente. E incluso está protagonizada por Meat Loaf.
Al igual que la exitosa película que la inspiró, el clásico de sexploitation de 1965 de Harry Novak "Kiss Me Quick!", El Show de Rocky es una película de explotación que se basa en una bolsa de identificación social para ampliar las hipocresías convencionales ...
Tu calificación ha sido publicada. ¿Deseas dejar una reseña?