Fritz asesinó grotescamente a varias mujeres en la década de 1970 en Hamburgo, y Akin parece despreciar a las víctimas en pantalla, dejando que la cámara se demore hasta que el estómago empiece a revolverse.
Esta es la historia brutal, fea y episódica de un asesino, y Akin se asegura de no glorificar a Honka, haciéndolo a él y a su mundo tan oscuros, tan dolorosos y tan desagradables que es casi demasiado salvaje para ver.
La perspectiva del director de no tomar prisioneros atrevidos se enfoca sí, en inquietar, pero también es como un espejo que refleja las feas verdades históricas.
Aquí hay una sensación de moralidad que falta en la historia solipsista de Lars Von Trier. Sólo tienes que mirar más allá de todos los cadáveres hacia el corazón más oscuro.
Los restos de la sociedad terminan en el barrio rojo de Hamburgo y en un bar de mala calidad conocido como The Golden Glove. Este es el terreno de caza del asesino en serie Fritz Honka... cuyos asesinatos se detallan, sin demasiados escrúpulos ni explicaciones, en la reconstrucción decididamente costosa de Fatih Akin.
Al recrear los crímenes del famoso asesino alemán Fritz Honka, el director Fatih Akin evoca el espíritu del gran cine de los 70, pero solo muestra lo inútil que es su película.
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