Carlos Iglesias
Isidro, Arturo y Desiderio son tres amigos viejos y de toda la vida con vidas muy diferentes: Isidro es un hombre de 60 años casado con Amalia y un vendedor desempleado de hace dos años que busca desesperadamente un nuevo trabajo mientras él cuida a sus nietos de su hijo Tomás. ; Arturo es un eterno mujeriego y famoso escritor de novelas románticas en crisis... Seguir leyendo
Isidro, Arturo y Desiderio son tres amigos viejos y de toda la vida con vidas muy diferentes: Isidro es un hombre de 60 años casado con Amalia y un vendedor desempleado de hace dos años que busca desesperadamente un nuevo trabajo mientras él cuida a sus nietos de su hijo Tomás. ; Arturo es un eterno mujeriego y famoso escritor de novelas románticas en crisis creativa cuya hija Violeta aparece después de 15 años con una bebé, Marcela; y Desiderio es un hombre de 70 años viudo de su esposa Amparo y jubilado como empleado de peaje de la autopista, cuyo hijo Carlos y su querida nuera Lola se ven obligados a mudarse a vivir con él después de que ambos pierden su casa. Totalmente desconocido con el lenguaje y los términos del siglo XXI utilizados por los jóvenes después de algunas entrevistas de trabajo fallidas, un día Isidro tiene una idea: crear su propio trabajo haciendo un jardín de infantes. Al asistir a un curso motivador, el entrenador de capacitación Bruno acepta ayudarlos si Arturo le da consejos de amor, ya que Bruno es un desastre para conocer y seducir a las mujeres. Cerrando el trato, Bruno traza el plan para llegar al jardín de infantes, pero los problemas personales aparecen más rápido de lo esperado: Isidro descuida a Amalia en su obsesión por tener trabajo y se desespera al no entender la necesidad de trabajo de Isidro; Arturo no sabe cómo decir Violeta que realmente no es su hija porque era un bebé cuando conoció a su madre; Desiderio conoce a Teresa mientras busca información para el jardín de infantes, se enamora de ella pero oculta el hecho de que su supuesta nieta en verdad es Marcela; y Lola se disgusta con Carlos por su resentimiento y pereza diarios, y por la forma en que desprecia a su padre y que ella ama como si fuera suyo. Si bien la financiación del jardín de infantes agrega problemas adicionales con el banco, Isidro, Arturo y Desiderio no solo tratarán de demostrar que no son inútiles, sino que repensarán sus prioridades en la vida y que realmente quieren.
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