Dos hombres en busca de un mapa luchan para sobrevivir en la vasta Groenlandia. Basada en la historia real de la expedición polar danesa de 1909. Estreno exclusivo de Netflix.
Su narración simplista hace que la película se pueda ver, pero no te deja completamente satisfecho cuando se trata de aprender sobre Mikkelsen e Iverson o simplemente el placer de disfrutar de un drama de supervivencia.
La película podría haber sido más apasionante, pero no parece tomarse la situación en serio. Las partes alucinantes hacia el final no se suman a la historia, y la película infrautiliza a Charles Dance...
Dos contra el Hielo te mantiene en suspenso haciéndote preguntarte cuánto tiempo tendrás que esperar para el próximo desarrollo terrible y surrealista. La respuesta no suele ser muy larga.
No arriesga en la estructura (nos podría parecer bien la elección) ni en la narrativa, pero tampoco sabe jugar con la narrativa clásica de aventuras. Vemos que les ataca un oso, bien (escena clave), pero está tratada sin apenas desarrollo, sin darle la tensión, el dramatismo.
Dos contra el hielo logra atrapar con su relato anclado en la férrea relación que se forja entre sus protagonistas, a pesar de que por momentos su pausado ritmo juega en contra de la cinta.
Tal vez todo esté demasiado pulido para comprometerse realmente con la parte de "supervivencia" de la historia: en un punto, quieres más drama, más osos polares y más escenas de Coster-Waldau.
Hay una autenticidad angustiosa y sombría en el centro de esta peligrosa búsqueda que se vuelve aún más atractiva debido al cautivador paisaje ártico del director de fotografía Torben Forsberg.
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