Pablo Cruz
Un hombre que tiene una crisis de la mediana edad es tocado por un niño que tiene una enfermedad terminal. Juntos se ayudan mutuamente y tienen una aventura para encontrar nuevamente el sentido de la vida.
Es una película muy emotiva, con un mensaje de esperanza y toques de comedia en el contexto de un tema difícil, basado en una historia de la vida real. Un mensaje positivo muy valioso en el contexto de un cine mexicano plagado de negatividad). Las actuaciones son excelentes y logran una conexión emocional a un nivel profundo, que además invita a la conversación en familia a distintos niveles, incluyendo algo que usualmente no se muestra; la importancia de la salud mental y de hablar de nuestras emociones y expresarlas desde una vulnerabilidad saludable. Adicionalmente, la Dirección de Fotografía muestra México como el hermoso lugar que es, enmarcado por su cultura y su gente.
Es una excelente película, que aborda algunos temas complejos (las enfermedades en los niños y la depresión en los adultos) desde un lugar de esperanza en el que se tiene la capacidad de ajustar cómo se ven las circunstancias y desde dónde se afrontan. ¡Es un triunfo del Cine en México hecho con un gran corazón!
Por la garantía cinépolis te esperas una película que te va a sacar las lágrimas, y eso por lo menos, pero no! Es entretenida con un final esperado, lleva su curso a lo que la reseña predijo, los talentos actorales son bofos incluyendo la actuación de Murray el cual es el mismo personaje en todas sus últimas películas.
Mucha fotografía del pueblito mágico, pero no trasciende, se enfrasca en una estación de radio una televisora, parece un mundo solitario donde ocurrió una escena de dos tiempos... sin el drama esperado
Es una obra de arte maxicana
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