Nunca pensé que me enamoraría tanto de una película como lo hice con Gigi & Nate. El mensaje de la historia de Nate fue muy inspirador para mí: nunca rendirme, seguir luchando y encontrar la manera de encontrar lo bueno en todo.
Gigi & Nate es una película edificante con un mensaje alentador que lo hará pasar por una variedad de emociones (...) La química entre Charlie Rowe y Gigi se siente tan real que olvidarás que estás viendo una película de ficción...
Una historia que lo hará pensar en el valor de un momento, la astucia de la tragedia y el peso de las pequeñas cosas, esas que a veces no notamos, y que para muchos, aunque suene trillado son el mayor privilegio de sus vidas. Buena opción de cine para la familia, con un tema duro que dará pie a excelentes conversaciones de sobremesa.
“Gigi & Nate” es una película que nunca se decide por lo que quiere ser, se siente como algo dirigido por múltiples cineastas y unido sin sustancia. Comienza y termina bien, pero es un desastre en el medio.
Me gustó mucho la primera mitad de Gigi & Nate. Sin embargo, la segunda mitad es extremadamente artificial. Rowe, Harden y el mono son atractivos, pero necesitaban una trama con una dirección más clara sobre cómo obtener significado del concepto de un animal de servicio que mejora la vida de un ser humano enfermo.
Lo que hace que esta película se sienta tan especial es, por supuesto, el tierno vínculo entre el parapléjico Nate y su adorable animal de servicio Gigi, pero más allá de eso, la devoción por los momentos sutiles y la ternura me conquistaron. No hay travesuras tontas al estilo de los 90, ni historias paralelas irritantes que no van a ninguna parte. Gigi & Nate va directo al grano: aunque dura casi dos horas, el guión de David Hudgins enfatiza el desarrollo del personaje por encima de todo.
Esta es una película estándar para toda la familia que tiene como objetivo tocar el corazón con resultados mixtos. Es extremadamente poco exigente para el espectador y puede ser una visualización de bajo esfuerzo que podría resultar entretenida para muchos. Una vez que puedes mirar más allá de los débiles efectos visuales para dar vida a Gigi, hay más que gustar en esta película que disgustar.
“Gigi & Nate” es lo que sucede cuando reúnes un buen elenco y un director bastante sólido para un guión que se aleja de sus puntos fuertes, da un giro a lo “importante” y falla.
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