La vida de las prostitutas en un burdel en la República Dominicana da un giro dramático cuando las tropas estadounidenses invaden durante la guerra de 1965.
Hotel Coppelia no es una película perfecta, pero brinda una perspectiva diferente y necesaria de quienes, lamentablemente, podrían verse atrapados en tales lugares y circunstancias.
Hotel Coppelia ofrece una perspectiva diferente pero necesaria de aquellos que representan quiénes podríamos ser la mayoría de nosotros en tal situación. Si bien se siente demasiado predecible en los ritmos que golpea para una historia de revolución, tiene el enfoque necesario en las vidas de aquellos que se olvidan con demasiada frecuencia.
Hotel Coppelia es una experiencia visual, sí. Pero no se enfoca en lo que promete. Más bien, decide irse por rumbos individualistas que se olvidan del objetivo real de la historia: mostrar esos rostros anónimos que fueron protagonistas de una guerra liderada por hombres y que aún así ellas fueron parte del cambio. Para llegar a ese ideal, cocinar y lavarle los uniformes a los guardias definitivamente no es suficiente rol.
En “Hotel Coppelia” han quedado plasmadas esas ideas que revolotearon en la cabeza de su director, intentando encontrar su marca, su sello autoral a través de un tema histórico que queda navegando entre el deseo y la voluntad de superar sus propios límites.
El filme en su construcción es convencional y los personajes pese a tener varias capas de complejidad pierden fuerza cuando la cinta cambia de tono y de crítica, cayendo en ocasiones hacer demasiado predecible, especialmente en los ritmos que golpea para una historia sobre una revolución...
...su trama no le hace justicia ni a la revolución del 65, ni mucho menos a las mujeres que pelearon en la revolución. Aunque el guión no es del todo malo pues mantiene el interés a lo largo de su estructura clásica de tres actos, los personajes son increíblemente bidimensionales, planos y sin arco de transformación o evolución dramática.
Es indudable que las premisas del filme están muy bien sustentadas: hay mucho amor (expresado incluso a través del sexo), hay mucha guerra (primero civil, luego patriótica, con explosiones incluidas) (...) a lo largo de toda la película se ha logrado una ambientación visual y sonora que bordean la excelencia, una demostración más de lo que son capaces de hacer los cineastas latinoamericanos.
Mario Giacomelli
Buen Cine con Mario Giacomelli (YouTube)
...la propuesta es arriesgada y valiente, atreviéndose a representar una verdad polémica (...) a pesar de tener múltiples defectos, esto no le resta fuerza a lo que probablemente es la película más importante que se ha realizado hasta la fecha en República Dominicana.
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