Cuando su amado perro se pierde, un joven y sus padres emprenden una increíble búsqueda para encontrarlo antes de que sea demasiado tarde. Película exclusiva de Netflix.
Una película conmovedora e imperdible para los amantes de los perros. Esta cinta plantea la fuerte relación que puede cimentarse entre los humanos y sus perros.
Lo que pocos saben es que la historia que da forma a la cinta es totalmente real, ocurrió hace unos cuantos años y es tan emotiva como ves en pantalla.
“Perro perdido” no goza de buenas actuaciones (desaprovechando a un Rob Lowe maduro), ni le tiene respeto a los discursos sobre la salud mental y mucho menos por la construcción de un relato sólido. Sí, es linda, pero para nada encantadora y mucho menos propositiva.
El director Stephen Herek juega a lo seguro, dejando que la urgencia de la historia hable por sí misma mientras se apoya fuertemente en el conflicto padre-hijo, pero todo el conflicto se siente un poco superficial y artificial.
Si bien esta pequeña película no es digna de premios, es una joya inesperada de un lanzamiento de enero que es el tipo de visualización conmovedora que muchas audiencias pueden buscar.
“Perro Pérdido” elimina cualquier borde de cada personaje en él, no desarrolla en absoluto la brecha de desacuerdo entre padre e hijo, y falla por completo en encontrar algo de humor en un perro grande y galopante que crea travesuras...
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