Memory (2023-09-08T13:00:00+00:00)

Todo está perfecto tanto en la escritura como en las actuaciones; hay consideración detrás de todo esto. Franco lleva años trabajando esta costura dramática, siempre con actores ejemplares. Es un fijo en el circuito de festivales, y con razón. Sus películas obtienen estrenos pequeños, más pequeños de lo que merecen. Quizás Memory sea la película que lo acercará a un público más amplio.

...Franco recurre a la austeridad formal y el efectismo narrativo presentes en todas sus películas. Sin embargo, pese a que todo su cine se basa en mayor o menor medida en la exhibición de miserias y atrocidades, nunca antes había demostrado tener tan poco que decir a través de ellas como lo hace en ‘Memory’, ni las había usado de forma tan tosca para epatar al espectador.

A partir de estos ingredientes narrativos, combinados con una puesta en escena distanciada, Franco construye una película tocada por el claroscuro existencial. Por un lado, 'Memory' adopta las formas de la fábula romántica, enfatizando la inocencia y pureza de unos protagonistas enfrentados a la inhumanidad de su entorno –en este sentido, Franco tiende a idealizar las posibilidades del dúo protagonista a la hora de operar como una pareja autónoma y feliz–. Por otra parte, la película también se deja llevar por la crudeza del contexto, como se hace evidente en sus pasajes más grotescos. Y así es como se dirime el destino de una película que dará que hablar gracias a las notables interpretaciones de su dupla protagonista.

Los dos actores veteranos comparten una química tibia pero logran un equilibrio competente entre la naturaleza diametralmente opuesta de sus personajes. Por desgracia, por más astutos que sean el dúo, no pueden luchar contra el mal humor que se instala en la segunda mitad de la película.

...en un acontecimiento difícilmente creíble –especialmente considerando que Michel Franco, el director de esta película, siempre ha dado rienda suelta a su inclinación por la crueldad y la manipulación–, Memory no sirve todo el plato de exceso traumático que parecía estar preparando (...) El tema de dos criaturas heridas que encuentran consuelo el uno en el otro no es un territorio nuevo para el cine, y Memory no reinventa esa rueda en particular, pero el extraño momento de la verdad todavía brilla a través del déjà-vu de vez en cuando, convenciéndonos con la fuerza de su propia evidencia.

Memory te hace trabajar para obtener la recompensa. Te pone en un apuro con una pieza sombría. Basta con mirar sus hilos narrativos que son solo algunos de los elementos más oscuros desenterrados y presentados con la predecible fuerza contundente del cineasta. Sólo que, una vez recibido con tanta sorpresa, el resultado final resulta en una película sorprendentemente equilibrada y fácil de ver: un drama para adultos más sombrío y formalmente más exigente para los neófitos de Franco, y un punto de partida audaz para aquellos que ya están enamorados (o molestos) del estilo del director.

En lugar de profundidad narrativa, nos encontramos con decisiones técnicas estancadas que están igualmente subdesarrolladas. De ninguna manera las películas deberían tener que correr riesgos visuales incansablemente, pero, como mínimo, este enfoque minimalista debería resultar atractivo y deliberado. Sin embargo, el tiempo de ejecución relativamente restringido de cien minutos de Memory está repleto de secuencias repetitivas centradas en los personajes que navegan por el mundo físicamente en lugar de emocionalmente, lo que sugiere que ni siquiera Franco logra captar el vasto potencial de la parábola que nos ocupa.

Al final, toda su delicadeza no puede evitar que Memory sea más un melodrama de lo que hemos visto anteriormente de Franco. Sin embargo, muestra su audacia y experiencia características a la hora de trabajar con los nervios del espectador, y también hay que advertirle: es probable que se quiebre al exponerse a repetidas reproducciones de la inmortal "A Whiter Shade of Pale" de Procol Harum.