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(1970)
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La sexta y última temporada de "The Good Fight" captura inquietantemente el malestar resignado de vivir en una realidad que se siente irremediablemente desatada. Los episodios son bulliciosos pero inequívocamente pesimistas; se perfila como la temporada más triste de la serie.
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(1970)
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Con mucho suspenso y oscuramente divertida, la miniserie de 10 partes proporciona una trama B bastante original (...) a pesar de su escenario de alto concepto, el programa está anclado en un naturalismo emocional que se extiende a todas las actuaciones.
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(1970)
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Desafortunadamente, la serie está convencida de que su argumento menos convincente debe ser su principal atractivo. Es menos una traducción que una dilución.
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(1970)
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La escritura es más divertida y conmovedora, el conjunto se ha solidificado y la irregularidad tonal que asoló la temporada anterior se ha suavizado. Con Smart mejor que nunca, los nuevos episodios encuentran al show funcionando a toda máquina. Es exactamente lo que esperarías de una secuela.
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(1970)
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Entre los guiones nítidos e imparciales de Wainwright y la actuación impecable de la estrella Suranne Jones, es tentador creer que Anne Lister fue la persona más fascinante del siglo XIX.
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(1970)
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...la temporada de ocho capítulos es a menudo vigorizante, particularmente en su historia de autodescubrimiento de mediana edad y nuevo impulso. Como una rebanada de pastel de chocolate, no tiene que ser particularmente desafiante o ambiciosa para ser muy satisfactoria.
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(1970)
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“Starstruck” es un programa de bajo riesgo y poco ambicioso, aunque también está interesado en adaptar emociones complejas a una fórmula que complazca al público. Es el presagio de una nueva y emocionante voz de la que sin duda escucharemos más, así como una introducción al tipo de presencia magnética en la pantalla que cautiva instantáneamente.
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(1970)
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Se siente como una verdadera oportunidad perdida que "Minx" no esté tan dispuesta a cuestionar sus propias suposiciones: que la pornografía es buena; que el feminismo debe ser divertido; y que capturar la mirada adinerada de la mujer blanca es el marcador definitivo del éxito de la revista.
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(1970)
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...el programa está repleto de tantos personajes e historias que casi nadie puede respirar o tener un impacto. Al final, Fellowes no parece entender cuán antipáticas son en realidad sus creaciones.
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(1970)
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“How I Met Your Father” simplemente se siente como un vacío, una ausencia donde los personajes o escenarios nunca son encantadores y los pequeños destellos de ingenio no son suficientes (...) carece de lo que hizo que el programa anterior fuera tan distintivo: su particular dinámica de amistad.
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