En este mar asqueroso de reboots, secuelas, remakes, spin-offs, adaptaciones, readaptaciones y material reciclado, es un verdadero milagro encontrar en cartelera una producción veraniega totalmente original, creada para algo más que sólo recaudar tanto sea posible en la taquilla. Decir que ver una película como Inside Out es como un respiro de aire fresco sería acertado pero no preciso. Preciso sería decir que es como un respiro de aire fresco en un cuarto sin ventanas de 4x4 en donde has estado encerrado durante horas con tres gordos que se echan un pedo cada tres minutos. Inside Out es como volver a la vida, y, en el caso específico de Pixar, es volver a tener fe en el estudio.
Y es que con la aparición de películas como Cars 2, Monsters University y el anuncio de una innecesaria cuarta parte de Toy Story, pareciera que ya hemos perdido al Pixar de antaño, ése que tanto nos hizo abrir la mandíbula con película tan maravillosas que encantaban a adultos y a niños por igual. Ahora pareciera que quieren recobrar un equilibrio entre las películas que les darán montañas de dinero, y las que son un riesgo, pero también filmes que se hacen por amor al arte.
Curiosamente, al principio mismo de la proyección en cines de Inside Out uno puede advertir las dos facetas del Pixar actual. Los cortometrajes que antecedían a la película en turno eran curiosas, divertidas, creativas, encantadoras y, sobre todo, variadas. Abarcaban un espectro muy amplio de temáticas; un viejito jugando ajedrez consigo mismo, el martirio de una oveja al ser trasquilada, dos músicos ambulantes en competencia, un conejo que se rebela en contra de su mago... Maravillosas. Sin embargo, últimamente esa variedad se ha hecho a un lado, para dar paso a una sóla temática: el cursi, aburrido y muy comercializable amor. El cortometraje que antecede a Inside Out es Lava, un absurda y estúpida pseudohistoria de un volcán que quiere encontrar al amor de su vida (no es broma) y al final lo encuentra en un volcán que aparece de la nada. Lo que me molesta es que no es creativo. Todos los cortos ahora son sobre el romance entre personas o entre seres inanimados (paraguas, por ejemplo, como en el corto de Monsters University), cuyo amor es temporalmente frustrado por las circunstancias pero al final logra triunfar. Qué puto asco. ¿Por qué los otrora creativos y locos cortos de Pixar se volvieron cursis y formuláicos? Supongo que porque querían que a la gente les gustara más. Nada como recurrir a una versión idealizada y superficial del amor para enganchar a la gran masa.
Así que el corto es sólo basura comercial. Ésta es una cara de la moneda. La otra se trata de Inside Out. No se puede decir mucho de la trama, porque entre menos se sepa, mejor. Si has visto un trailer, ya sabes lo esencial. La mayoría de la película ocurre dentro de la cabeza de una niña, quien es dominada por cinco emociones: Alegría, Tristeza, Disgusto, Miedo y Furia. Alegría trata todo el tiempo de mantener calmados a los demás, básicamente porque lo único que ella quiere es hacer feliz a su niña. Las otras emociones no le desean el mal a ella, pero no pueden evitar su naturaleza. Con quien tienen más dificultades es con Tristeza, por obvias razones, y de hecho la película se enfoca principalmente en ellas y en el arco que atraviesa su relación. En ese aspecto, desde el principio podemos intuir qué es lo que va a ocurrir, y es el lado más predecible de Inside Out. Es una película más sobre el viaje que sobre el destino en sí, pues el viaje es loco, lo suficientemente loco como para reírte a carcajadas de lo brillante que es.
Metáforas. Si las adviertes, ya la hiciste, esta pelícual te encantará. Me gustaría ser psicólogo para agarrarle la onda a todo el contenido metafórico, pero con lo que advertí fue suficiente para darme cuenta de lo genial de esta película. Ciertos aspectos de la psique humana son representadas audiovisualmente de maneras que no se habían visto antes: el subconsciente, el pensamiento abstracto, los sueños, la personalidad, el olvido, los recuerdos, el porqué se nos pegan las malditas canciones pegajosas. Todo en bonitos colores primarios, y una hermosa animación cgi, que busca no recordar al aspecto de un cerebro real, salvo de manera muy sutil ( cuando vemos de cerca un puente, notamos que parece estar hecho de tejido neuronal, y las repisas donde están almacenadas los recuerdos, al verse por arriba parecen los surcos de la corteza cerebral).
Una vez termina el viaje visual y emocional, queda reflexionar sobre la película. Ofrece más preguntas que respuestas, si la sobreanalizas. ¿Por qué la mente de la niña sólo está dominada por emociones? ¿Dónde está el pensamiento lógico? ¿Es porque es una niña?
¿En verdad pasó todo lo que vimos o sólo era una ingeniosa metáfora visual para ilustrar el concepto abstracto del pensamiento? ¿Por qué en la mente de los papás, sus emociones eran del mismo sexo que la persona, pero en la niña eran tanto hombres como mujeres?
Y también tiene algunos momentos en los que las conveniencias son exageradas, pero son detalles menores a comparación de la innovación que Inside Out trae a la mesa. Si estudias pisología, no te la puedes perder. Si te gusta el cine para niños bien hecho e inteligente, cuyo humor no se basa en golpes, caídas y fluidos corporales, no te la puedes perder. Si tu edad está entre los 4 y los 99 años, tampoco.