Ant-Man and The Wasp | Héroes pequeños, risas gigantes

¡Abran paso a los superhéroes más pequeños de Marvel! O no lo hagan, ellos encontrarán su camino. Ant-Man and the Wasp - 85% es una de las mejores secuelas que la franquicia de la Casa de las Ideas ha hecho porque carga lo mejor de su antecesora y, a diferencia de otras entregas, no se siente como un paso más a tomar en el camino a Avengers: Endgame - 95%. Peyton Reed regresa una vez más como el director luego de Ant-Man: El Hombre Hormiga - 81%.

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En esta ocasión, Scott Lang (Paul Rudd) es reclutado, no por gusto, por Hope Van Dyne (Evangeline Lilly) y Hank Pym (Michael Douglas) para ayudarlos a encontrar a su madre y esposa, Janet (Michelle Pfeiffer) en el mundo cuántico al que sólo sus superpoderes y tecnología tienen acceso, pero su objetivo le estorba a Ghost, un criminal que tiene planes diferentes para la mamá de la nueva superheroína. en su mayoría las secuelas sufren de ser mediocres por encontrarse entre un filme original y fresco y una tercera parte (casi siempre la culminación) que carga con el peso emocional, pero ese no es el caso de esta cinta que logra hacer de su historia algo propio y, sorprendentemente, bastante separado de la mega franquicia a la que pertenece.

El mejor logro de Ant-Man and the Wasp - 85% es que continúa con la exploración de la dinámica familiar de sus personajes pese a ese pequeño desvío en Capitán América: Civil War - 90%. Scott desea ser un buen padre, Hope y Hank quieren ser una familia de nuevo y en medio de todo ello hay superpoderes, hormigas gigantes y un universo subatómico de distancia.

Hay un estupendo manejo, quizá incluso superior al de James Gunn en Guardianes de la Galaxia Vol. 2 - 82%, en los tonos del filme. Sí, en su mayoría se trata de una comedia con un increíblemente carismático Rudd, pero también tiene momentos emotivos muy fuertes gracias a Pfeiffer, Douglas y Lilly que ayudan a darle cierta fuerza a la trama y olvidar lo inverosímil de una hormiga tocando la batería. Sin mencionar que, aunque lejos de memorable, Ghost es mucho mejor villano que el promedio de los que la Casa de las Ideas ha llevado a la gran pantalla y Wasp es tan asombrosa como cualquiera de los Vengadores originales.

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La simpatía de los actores encaja perfecto con el humor físico que provocan los constantes cambios de tamaño de todo tipo de cosas, y personas, en la película. Ant-Man and the Wasp - 85% rehace todo lo bueno que tuvo su antecesora (incluyendo la historia de Luis, interpretado por Michael Peña) y, aunque no logra tener más profundidad que la historia de una familia buscando reunirse, llega a ser eso y la más caricaturesca de las entregas de Marvel sin perder ternura ni risas en el camino. Sumen a esto, excelentes secuencias de acción con ambos protagonistas.

Sin revelar nada, hay que quedarse al final de todos los créditos (nos lo agradecerán), pero cabe advertir que la escena postcréditos no ofrece mucha esperanza para los Vengadores tras el desenlace de Avengers: Infinity War - 79%, todo lo contrario: dejará aún más devastados a quienes sufrieron con el chasquido de Thanos.

Ant-Man and the Wasp - 85% es tan divertida como sus pequeños superhéroes enfrentado a sus enemigos, pero no por eso deja de ser dramática y verosímil en lo surreal de sus contexto y desarrollo. Con una muy genial superheroína más en la bolsa, Marvel consigue aumentar más la presión por lograr una primera épica conclusión a sus primeros 10 años, pero más importante aún, a las siguientes historias que los verán encogerse o aumentar de tamaño para salvar el día una vez más.

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