En el cine, el amor es comúnmente idealizado, incondicional y pasional, pero también puede manifestarse en sentimientos catastróficos y devastadores. Hay historias memorables del cine que recordamos por sus toques de amor fou. Ahí, la degradación del hombre y/o la mujer por motivos de amor. Los amores insanos, dañinos. El germen destructivo del amor y sus causas: violencia y posesión. Esas emociones tóxicas han germinado en obras de autores como Roman Polanski, Stanley Kubrick, Wim Wenders, Michael Haneke, y Andrea Arnolden su nueva película, Dulzura Americana - 79%.
Ahí melodramas como Tess - 85%, una bella aldeana cuyo destino y amores están marcados por la fatalidad. En el celuloide y a veces, en la vida real, el amor por un individuo puede cambiar en un período relativamente corto de tiempo. En el amor destructivo puedes adorar a alguien y al mismo despreciarlo. Hay personajes que hacen una especie de viaje personal en un intento por volver a empezar, y de recomponer sus vidas truncadas. En El Último Tango en París - 79%, Bernardo Bertolucci escarba en las heridas emocionales y en la violencia que se da en la intimidad. Durante el rodaje el director italiano llevó al extremo el realismo de las secuencias, tanto que, sin permiso de Maria Schneider – que en ese entonces contaba con 19 años- ideó, junto a Marlon Brando, una escena en la que el personaje violaba a la intérprete utilizando una barra de mantequilla a modo de lubricante. Les compartimos una selección de películas que retratan historias y personajes que han llevado sus pasiones hasta las últimas consecuencias, todas avaladas por la crítica. ¿Cuál nos faltó?
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