Parece que la cartera de James Wan está a punto de morir por obesidad mórbida. Después del gran éxito en taquilla de Rápidos y Furiosos 7 (lo cual no estuvo relacionado a la muerte de uno de sus protagonistas, ni el exagerado y reiterado, casi obsceno, uso nostálgico de su imagen), al cineasta malayo lo requieren para filmar Robotech de Sony y para dirigir a Jason Momoa en Aquaman de Warner Bros. Cintas que deberán esperar a que el realizador termine El Conjuro 2: El Caso de Enfield
The Tracking Board reportó que Wan producirá la nueva versión de Mortal Kombat de New Line Cinema. Durante muchos años se ha hablado de este reboot sin que se vean verdaderos avances en materia, esperemos que con Wan en el equipo este proyecto tome su rumbo para que por fin terminen la película.
Sin embargo, con el precedente de las cintas de 1995 y 1997, deberíamos preguntarnos, si no habrá proyectos que sería mejor morir y, dejarlos conservar un poco de dignidad en el olvido.
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